
1. Comer alimentos sin procesar: los alimentos mínimamente procesados conservan la mayor parte de sus propiedades físicas, químicas, sensoriales y nutricionales intrínsecas, y muchos de ellos son tan nutritivos como los alimentos sin procesar. Algunos ejemplos son la fruta cortada, la embolsada, las ensaladas de verduras y las frutas y verduras desecadas y congeladas.

2. Alimentación saludable: las frutas y las verduras son elementos primordiales para una alimentación saludable como el aprovechamiento de lácteos y/o productos bajos en grasas. De acuerdo con losCentros para el Control y la Prevención de Enfermedades también se deben incluir proteínas como las carnes, los huevos, las legumbres y hasta las semillas y nueces.

3. Comer fibra: de acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Salud de Estados Unidos, la fibra tiene múltiples beneficios para la salud, pues le aporta volumen a la dieta. También, provoca una sensación de saciedad, haciendo que las personas se sientan llenas rápidamente. Esto facilita el proceso de pérdida de peso y ayuda a mantener un peso saludable.

4. Evitar bebidas azucaradas: son aquellas que contienen azúcar añadida. Estas incluyen: refrescos, bebidas azucaradas de té y bebidas deportivas, energéticas y jugos. Las calorías en las bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento de peso y proveen poco o ningún valor nutritivo.

5. Beber agua: un estudio que se encuentra en el repositorio de la Librería Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés) explica que el agua quema calorías y acelera el metabolismo, y aquellas personas que opten por ingerirla, deben optar por realizar ejercicio físico en casa.